Imagínate el escenario: estás frente a tu cliente, y su lista de deseos es tan exigente como el catálogo de sueños de cualquier profesional de PR: una portada en Forbes, un segmento en el prime time televisivo, y una columna fija en ese periódico que todos desayunan con su café. Quiere resultados y los quiere ayer. Este es nuestro mundo, el de las relaciones públicas, donde el tiempo y la paciencia son tan escasos como los minutos de fama garantizados.
Hablemos claro
Crecer la reputación de una marca no es como encender una cerilla y esperar la llama. Se necesita más que suerte y deseos para que la estrategia de comunicación de una marca despegue y sostenga su vuelo. Es aquí donde el término ‘gestión de expectativas’ toma protagonismo. Es explicar a los soñadores que el mercado está saturado y que cada paso, cada nota de prensa, cada aparición cuenta, pero en un compás de espera y trabajo constante.
Me encontré reflexionando sobre esto mientras escribía un artículo que habla de las escuelas de negocios internacionales. Mientras las grandes business school disfrutan de una presencia mediática casi regia y de presupuestos de marketing que podrían financiar una pequeña nación, las escuelas y centros de formación con menos recursos deben esgrimir su valía día a día, luchando contra prejuicios y compitiendo por un lugar en la mesa de la legitimidad.
Aquí es donde el ingenio debe superar al presupuesto. No hace falta nadar en el océano con los tiburones cuando puedes ser el rey de tu propio lago.
En este mundo hiperconectado, la constancia de las noticias positivas, esa lluvia fina pero incesante, es la que va calando en la percepción pública. Desde informes de datos propios hasta nuevas colaboraciones y eventos, cada gota cuenta. La acumulación de estos momentos positivos es lo que prepara el terreno para entusiasmar tanto a nuevos estudiantes como a presentes y futuros steakeholders.
No es sorprendente que, en el mundo de la educación, las instituciones emblemáticas a menudo acaparen la atención mediática. Pero, ¿qué pasa con los centros de formación emergentes o con aquellos que, aunque no gozan de una gran fama, ofrecen educación de calidad? Aquí te presento tres estrategias de PR (relaciones públicas) para que una escuela destaque entre las mejores:
Encuentra y ocupa tu nicho
En el mundo de la PR, no siempre es adecuado competir directamente con los gigantes. En cambio, las instituciones más pequeñas o menos conocidas deben identificar y ocupar nichos específicos donde puedan brillar.
Identificación del público objetivo:
Centra esfuerzos en aquellos estudiantes que se beneficiarán más de tu oferta educativa única.
Construcción de asociaciones con industrias específicas:
Si tu centro se especializa en áreas como programación para mujeres o análisis de datos, establece relaciones con empresas y organizaciones que valoren esas habilidades.
Optimización del contenido para búsquedas específicas:
Asegúrate de que aquellos que buscan formación en tus áreas de especialización te encuentren primero.
Sé la fuente constante de buenas noticias
Los grandes centros educativos pueden tener grandes historias, pero las más pequeñas tienen sus propios éxitos que celebrar. Crear una narrativa constante de logros y avances puede hacer maravillas para la percepción pública de una institución.
Celebra a tus estudiantes y alumnas:
Ya sea que estén ganando competencias, obteniendo prácticas en empresas de renombre o lanzando sus propios proyectos, estas historias resaltan la calidad de la educación que ofreces.
Promociona tus colaboraciones y asociaciones
: Si has establecido colaboraciones con empresas o instituciones de renombre, asegúrate de que tu público objetivo lo sepa.
Habla sobre tu impacto en la comunidad:
Las instituciones educativas no solo educan a los estudiantes; también pueden tener un impacto significativo en su comunidad local.
Utiliza datos para respaldar tu narrativa
Las historias son potentes, pero también lo son los datos. Usa estadísticas y estudios propios para reforzar tu mensaje y demostrar que, aunque tu institución pueda ser más pequeña o menos conocida, ofrece un valor real y tangible.
Muestra el ROI de la educación que ofreces
: Si tus estudiantes consiguen empleo rápidamente después de graduarse, o si comienzan con salarios más altos que el promedio, esos son datos poderosos.
Resalta tus tasas de éxito
: Ya sea la tasa de graduación, la satisfacción del estudiante o la tasa de empleabilidad, estos números pueden hablar más fuerte que las palabras.
Comparación con la competencia:
No temas mostrar cómo te comparas con instituciones más grandes o más conocidas en áreas clave.
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El crecimiento exponencial, no es más que el resultado de estar en el lugar y momento adecuados, con la preparación correcta. Es esa preparación meticulosa la que permite que una marca —sea una escuela o una pizzería— se lance a la conquista del mercado cuando la competencia mira de reojo.
Sabemos que la paciencia es más que una virtud; es una estrategia clave para el mundo del PR. Por ello, asesoramos y acompañamos a nuestros clientes para transformar altas expectativas en resultados concretos, sin perder de vista la realidad del mercado. Nuestra meta es clara: trabajar juntos para construir una reputación sólida y duradera que trascienda modas pasajeras y construya un legado de excelencia educativa. Planificación, investigación y trabajo diario, esa es la receta. Es así como salen los números.
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